La primera vez que escuché a los sónicos debe haber sido por el 94'. Como todo lo bueno de la vida fue debido al azar. Radio doble 9. Aburrido de tanto grunge soporífero que sonaba en esa época, indeliberadamente se manifestó una ráfaga de riffs, una percusión convulsionada y un fraseo sugerente (kool thing let me play it with your radio/move me, turn me on, baby-o/I'll be your slave) que terminaron por acribillar mis tímpanos. Eran los SY con ‘kool thing’, presentándose. Ardió el Olimpo.
Enamorado a primera oída, paso un tiempo hasta poder conocer más de ellos. Llegó el internet y mi sorpresa cuando leí que Thurston Moore, Kim Gordon y compañía eran abanderados de la corriente no wave neoyorkina, yo que hasta ese entonces era un loquito new waver confeso, me sentí samaqueado, eso me sonaba a desprecio por el estilo musical que veneraba en ese entonces. Instantáneamente, mande las etiquetas -y más que eso- al cuerno.
Vinieron el Goo, el Dirty, el Experimental Jet Set, Trash and no Star y sobre todo el Daydream Nation (top ten de cabecera) para acrecentar mi embelesamiento por las guitarras desafinadas, distorsiones, feedbacks, experimentaciones y locuras de este cuarteto sónico.
Vinieron el Goo, el Dirty, el Experimental Jet Set, Trash and no Star y sobre todo el Daydream Nation (top ten de cabecera) para acrecentar mi embelesamiento por las guitarras desafinadas, distorsiones, feedbacks, experimentaciones y locuras de este cuarteto sónico.
No se puede hacer nada contra el paso del tiempo, la gente engorda, pierde cabello, se arruga y se aburguesa... menos los sónicos. ¿Quién que esté por llegar a los cincuenta rockea como ellos? Su último LP, Rather Ripped, es un álbum melodioso, pop, áspero y patea traseros. Rock is confusion.
Sonic Youth_Rather Ripped (2006)
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