
"De pequeño Meyer no sólo batalló con sus responsabilidades familiares, sino también con las creencias religiosas de sus padres. "Me sentía como si fuese un niño feliz", me explicó, "pero sentía que estaba hecho para soportar un montón de lastres que no eran míos, como por ejemplo las frustraciones de viejas con vestidos de monja. La gente suele decir que criarse como católico es horroroso, y es verdad. La cuestión principal es que no había sentido de la medida. Si en el colegio mascaba chicle la monja me decía 'Jesús está muy enfadado contigo por eso', y a sus espaldas, en la pared, estaba un tío moribundo y sangrante pinchado en una cruz. Es una imagen terrorífica para un niño pequeño. Al final acababas pensando que, por ejemplo, hablar mientras formabas fila estaba muy relacionado con matar a Jesús. No estabas seguro, y nunca había una voz moderadora."
El artículo es del 2000 pero está interesante como para tener una noción de cómo se idean los capítulos de la familia más alucinada de la televisión. El artículo completo aquí.