lunes, febrero 25, 2008

Tan invisible y natural como la gravedad: homenaje de Nolan a Ledger


En Cinencuentro traducen el homenaje póstumo que Christopher Nolan (Insomnia, Memento, Batman Begins, The Prestige, The Dark Knight) le hace en un Newsweek a Heath Ledger (Brokeback Mountain, Lords of Dogtown, I'm Not There, The Dark Knight), fallecido recientemente. Vale la pena leerlo:

Una noche, mientras estoy en la calle LaSalle en Chicago, tratando de organizar una toma para “The Dark Knight”, un asistente de producción pasa frente a mí montando su skateboard. Silenciosamente, maldigo aquel momento en que Heath apareció en el set montado en su skate totalmente maquillado como su personaje. Yo temía la reacción de los fans de Batman frente un Joker en patineta, pero el resultado real fue una proliferación de skates entre los miembros más jóvenes del equipo. Si les preguntabas a esos chicos por qué habían decidido traer sus patinetas al trabajo, hubieran respondido honestamente que no sabían por qué. Eso es un verdadero carisma -tan invisible y natural como la gravedad. Eso era lo que tenía Heath.

Heath estallaba en creatividad. Estaba en cada uno de sus gestos. Una vez me contó que a él le gustaba esperar entre trabajos hasta que se sentía hambriento creavitamente. Hasta que lo necesitara nuevamente. El llevó esa actitud a nuestro set cada día. No existen muchos actores que te puedan hacer sentir avergonzado de cuan seguido te quejas de tener el mejor trabajo del mundo. Heath era uno de ellos.

Una vez él y otro actor estaban rodando una escena compleja. Teníamos dos días para hacerla, y al final del primer día, ellos habían llegado a algo y Heath estaba preocupado porque lo podía perder si nos deteníamos. El quería seguir y terminar. Es difícil pedirle al equipo que trabaje hasta tarde cuando todos sabemos que hay suficiente tiempo para terminarlo al día siguiente. Pero todos parecieron entender que Heath tenía algo especial y que teníamos que capturarlo antes que desapareciera. Meses después, me enteré que mientras Heath abandonaba el set aquella noche, agradeció discretamente a cada miembro del equipo por trabajar hasta tarde. Discretamente. Sin tratar de probar nada, solo agradecido por la oportunidad para crear que le habían dado.

Aquellas noches en las calles de Chicago estaban repletas de dobles. Esos pueden ser momentos aburridos para un actor, pero Heath estaba fascinado, aceptó impaciente nuestra invitación para subirse al carro que llevaba la cámara, mientras perseguíamos automóviles en medio del tráfico -no solo por la emoción de la persecución, sino para ser parte de ella. De todo. El llevó su laptop al auto, y ahí nos presentó dos de sus trabajos en progreso: pequeños cortos que él había hecho, que eran excitantes y aterradores. Su exuberancia hizo que me sintiera cansado y aburrido. Nunca me sentí tan viejo como cuando ví a Heath explorar sus talentos. Esa noche le hice una oferta -sabiendo que no la aceptaría- que podía venir al set cuando tuviera una noche libre para que pudiera ver lo que hacíamos.

Cuando llegas al área de edición después de rodar una película, sientes una responsabilidad hacía un actor que ha confiado en tí, y Heath nos entregó todo. A medida que empezaba mi corte, me preguntaba sobre cada toma que elegíamos, cada recorte que hacíamos. Podía visualizar las proyecciones en las que le hubiéramos mostrado el filme terminado -sentado tres o cuatro filas detrás suyo- observando los movimientos de su cabeza buscando pistas sobre lo que pensaba acerca de lo que habíamos hecho con todo lo que nos dio. Ahora esas proyecciones nunca serán realidad. Yo lo veo todos los días en la sala de edición. Estudio su rostro, su voz. Y lo extraño terriblemente.

De vuelta en la calle LaSalle, le digo a mi asistente de dirección que saque de mi vista al muchacho del skate, cuando me doy cuenta que es Heath, con su sombrero cubriéndole los ojos, aquí en su noche libre aceptando mi oferta. No puedo evitar sonreír.

domingo, febrero 10, 2008

Nos fuimos

Hace un par de semanas mis papás y yo nos mudamos de la casa donde habíamos vivido los últimos doce años y medio. Como mudarse no es cosa de todos los días, pongo algunas fotos de lo que fue eso, adiós casita, quedan buenos recuerdos.


El parkinson, cuantas veces habré terminado ahí con los patas y un trago para terminarla.

Por un instante mis papás se sentaron a ver como los de la empresa de mudanza guardaban todo en el camión. Fue un poco triste verlos así, de alguna forma sentirían que su patrimonio se empequeñecía supongo.

Y llegamos al depa.

G3 - En casa

sábado, febrero 09, 2008

Entre sueños con Altocamet

El jueves 31 de enero fue el concierto en Lima de la excelente banda argentina Altocamet. Lastima que haya habido tan poca gente para tan buen show que brindaron los marplatenses. No entiendo como el público en general puede preferir ver a un cuarto de una vieja gloria mezclando (haciendo hora) y no a una banda más que interesante en plena vigencia. En fin, cosas del torreja público limeño.
Acá pongo unas fotos y videos que pude capturar de aquel evento:



Altocamet interpretando "a la deriva":




"Alto", con la que cerraron:


El setlist del concierto: